lunes, 15 de septiembre de 2008

Alianza Francesa. Foto>30

Marguerite DURAS Foto de Renaud Monfourny cortesía de Alianza Francesa.

Inauguración de la nueva
Galería de Arte de la Alianza Francesa
con la 1era. Bienal de Fotografía Centroamericana y
la exposición personal de Renaud Monfourny


Martes 23 de septiembre_a las 7.00 pm

Galería de arte de la Alianza Francesa
5ta. Calle 10-55 zona 13 (frente al Museo del Niño)
2440-2102
Entrada libre


Exposiciones presentadas en el marco de la
1era. Bienal de Fotografía Centroamericana
y de FOTO> 30

“Retrato(s) de Mujer(es)”
26 fotógrafos centroamericanos

“Retratos”
de Renaud MONFOURNY, artista francés invitado

23 de septiembre – 11 de octubre
Horarios de atención al público: lunes a jueves -
9am a 6pm / viernes - 9am a 5pm / sábado - 9am a 12pm



1_Apertura de la
Galería de Arte de la Alianza Francesa

La Alianza Francesa acaba de renovar sus espacios para ofrecer al público mejores condiciones de estudio y, sobre todo, ofrecer una Galería de Arte profesional, enteramente renovada, con una superficie de casi 200 m2.
Dotarse de un tal espacio responde a la necesidad de poder ofrecer a los artistas, ya sean guatemaltecos, latinoamericanos o franceses, dentro del concepto de apertura y de diálogo cultural que siempre fue él de la Alianza Francesa, cualquier sea el campo artístico de referencia, un lugar profesional amplio para que puedan desarrollarse y sobre todo mostrar, en buenas condiciones, varias trayectorias artísticas contemporáneas.
Esta nueva galería se propone ser un lugar de experimentaciones en cuanto a reflexiones artísticas actuales, con exposiciones personales y/o colectivas, conferencias y debates, dando la posibilidad, a partir de una selección rigorosa, a cualquier artista que tenga un camino o una reflexión artística singular poder presentar su trabajo al público y suscitar así nuevas pistas de diálogo, nuevas interrogaciones respecto a su propia práctica. Desde ya la Alianza Francesa está disponible para recibir candidaturas y establecer un programa de exposiciones, cada artista teniendo que mandar o entregar un CD completo con elementos biográficos, artísticos (obras recientes, itinerario artístico, eventualmente proyecto que llevar a cabo, notas y reflexiones personales en cuanto a la posición artística elegida etc…), para que el comité artístico pueda definir a la brevedad el programa para 2009.


2_Inauguración de la
Bienal de Fotografía Centroamericana

LO QUE VEMOS, LO QUE NOS MIRA...

“Entre el espectador y mis imágenes, hay doble juegos: primero se les muestro. Pero, a partir de eso, funcionan como un espejo: le recuerdan algo de su vida. El espectador es él quien tiene la última palabra, él quien lee de nuevo a partir de sus propios recuerdos... Un fabricante de espejos, es alguien quien hace descubrir al espectador repliegues escondidos de él mismo, quien contesta más bien con preguntas que con afirmaciones...” Christian BOLTANSKI

La 1ra Bienal de Fotografía de América Central, organizada a la iniciativa de las Alianzas Francesas y de las Embajadas de Francia de la región, se inscribe aquí en el marco de FOTO 30, presentando dos exposiciones distintas : “Retrato(s) de mujer(es)”, consagrada a los trabajos de fotógrafos centroamericanos y “Retratos”, exposición personal del fotógrafo francés Renaud Monfourny.

Tratándose de “Retrato(s) de mujer(es)”, esta exposición colectiva es el resultado de un concurso abierto, a partir de noviembre de 2007, a todos los fotógrafos de América Central, para permitir a artistas locales, seleccionados en cada país, presentar su trabajo fuera de sus fronteras bajo el medio de una gira internacional. Integralmente a cargo de las instituciones francesas, esta exposición es presentada sucesivamente en los seis países de la región, y por la cual fue editado un catálogo.

La foto tomada como tal no representa a menudo más que un centésimo, un décimo de segundo de una mirada predispuesta hacia aquí o allá y luego cuajada, es decir atestiguando finalmente sólo de un fragmento de existencia. Esta exposición colectiva, ofreciéndonos múltiples miradas o puntos de vista, aparece como una fragmentación de la imagen de la mujer, tomada en la óptica de una serie, en una tentativa de recomposición de una identidad, la cual sería ella misma una suma de identidades, a través de trayectorias individuales múltiples. Así es como, sucesivamente, se imponen la dignidad, la exuberancia, el fantasma, el deseo, la gravedad, el pudor, la soledad, el fracaso, lo que es afirmado o sencillamente sugerido, la memoria individual o la memoria colectiva... en el seno de una cohabitación de existencias singulares. El sentido nace a partir de una relación entre las diferentes tomas de posición, de reflexiones artísticas propias por parte de cada uno de los fotógrafos y, de esta pluralidad de expresiones, de técnicas, surge una forma de unicidad en torno de la temática, en esta suma de partes que llegan a formar una totalidad. Partes de una globalidad en la cual no cesan alternar a la vez mecanismos de separación y de conexiones. En estos rebotes sucesivos y significantes, el cuerpo de la mujer, y su identidad misma, aparecen como inseparables de las formas que las rodean pues “el mundo está en nosotros mismos, al mismo tiempo que estamos en el mundo” (1).
Estas transformaciones y metamorfosis, este encadenamiento de sentido y de formas, a veces con citaciones a carácter histórico, sociológico o simplemente estético, estas interacciones complejas de analogía, de proximidad, definen un sistema que nos hace adivinar la conformidad de la sucesión de pistas y de señales, de estados individuales que ocasionan estas aperturas, por inclusiones y por carambola, y que al final subrayan la extensión y la complejidad de una posible definición de una identidad femenina en América Central y aún más allá.
El cuerpo puede así llegar a ser o ser asociado a un lugar, a una historia o a la Historia, en una voluntad de investigar la esencia de los seres, sin abandonar su objetivo, demostrando pragmatismo, asociando una magnitud intuitiva, como si fuera reveladora de verdad. Pero sabemos todos que en arte no hay verdad única, pero una infinidad de verdades posibles, a pesar de la voluntad o de la ausencia de prejuicio, pues el objetivo esencial del arte sería penetrar la comprensión de las cosas del interior, rehusando los arquetipos, privilegiando simplemente los campos de los posibles.
Esta exposición colectiva tiene entonces el mérito de liberar el punto de vista único, rechaza las tentativas de clasificación por la pluralidad de sus propuestas y de las opciones artísticas, de las cuales surgen fragmentos de identidad femenina sin que se destaque un modelo en sí, apareciendo sin embargo como diferentes espejos de nuestra sociedad. Inaugura también nuevos intercambios, al jugar con la percepción del espectador, suscitando idas y vueltas, vaivenes o desplazamientos entre las obras, visuales y/o físicos, haciendo intervenir el factor tiempo como factor operante, desplegándose por planos, como un libro de imágenes, en una grande diversidad que crea su profundidad.

Con los “Retratos” de Renaud MONFOURNY, cambiamos de inmediato de problemática. Fotógrafo reconocido internacionalmente, Renaud Monfourny fue uno de los fundadores, en 1986, de la revista multicultural francesa mítica Les Inrockuptibles, cuya edición semanal local, en español, es editada en Argentina. Desde hace más de 20 años, ha tenido el privilegio de encontrar centenares de artistas o de intelectuales, lo que atestiguan los 300.000 negativos que guarda preciosamente en varios armarios de su departamento cercano a la Bastille, en París, y cuyas algunas copias fueron expuestas en varios lugares del mundo: la boutique Colette en París, el espacio Loveless en Tokio, o aún, entre otros, en el no menos mítico CBCG de Nueva York ...
De las 25 fotos que él mismo ha seleccionado y que son expuestas aquí, en una forma de taxinomía evidente, cohabitan músicos y grupos de rock (Coldplay, Brian Wilson, Manu Tchao, Serge Gainsbourg ...), escritores (Marguerite Duras, Patrick Modiano ...), comediantes, actores y realizadores de cine (Jean-Luc Godard, Gérard Depardieu, Clint Eastwood ...), franceses y extranjeros. En referencia a la exposición concomitante “Retrato(s) de mujer(es)”, pasamos aquí brutalmente de lo anónimo a la celebridad, de lo desconocido a lo conocido, de lo socialmente desconocido localmente, a veces despreciado o rechazado a lo socialmente reconocido internacionalmente, valorizado y muy a menudo adulado. Las identidades escenificadas por Renaud Monfourny son bien definidas, reales, ya ancladas en su mayor parte en la memoria del espectador quien va, en esta confrontación, ya sea sublimarlas, fantasearlas, o ya sea aún rechazarlas, en el secreto de una identificación o de un rechazo personales la mayoría de las veces íntimo.
Reivindicando una predilección para el mundo musical rock de los años 80 hasta hoy, desde Léonard Cohen, Iggy Pop, el Velvet Underground ... hasta Björk, Pete Doherty o aún The White Stripes ..., en el cual pocos fueron los que no posaron ante sus lentes, Renaud Monfourny privilegia, la mayoría de las veces, de manera asumida, un enfoque apretado y frontal, eliminando a menudo el decorado de circunstancia para dar a ver sólo el sujeto, en un espacio sin dimensión, delimitando así un territorio en dónde se juega esencialmente la identidad.

Al recorrer estas dos exposiciones, el espectador será confrontado a diversas tensiones – ya sean espaciales, ya sean sociológicas – que se establecen entre los personajes y el escenario de su acción. El espacio, que sea real, construido, sin dimensión o aún imaginario, impone su presencia en la imagen, sostenida por una doble memoria, la de situaciones humanas banalizadas que el espectador o el mirón compartirán y las de un léxico de actitudes humanas perteneciendo al mundo de la celebridad con las cuales sonarán o se identificarán. Este conjunto de imágenes, de escenografías, de puestas a prueba de situaciones existenciales, situadas al margen de nuestra propia existencia, a las cuales se agrega la radicalización física de estas presencias, tanto corporales como mentales, nos turban por su justeza estética como por el carácter inmediato de su lectura. Como lo subrayaba la artista Gina Pane “el cuerpo (su gestualidad) es una escritura....., un sistema de señales que representan, traducen la búsqueda indefinida del Otro...” (3).
Cada artista sabe que, una vez acabada, su obra ya no le pertenece: pertenece en adelante a cada uno de los espectadores que van reapropiársela, con arreglo a su propia historia o a su propia identidad, concediendo así, a pesar de todo, una parcela de inmortalidad. La fotografía atestigua aquí, una vez más, de su poder de renovar artes y ciencias humanas en torno al espejo de memoria dirigido al ser humano y, finalmente, nos obliga a pensar frente a lo que vemos o somos capaces de ver, y a lo (o a las y a los) que nos mira(n).

Gérard SAURIN
Dr. en Artes Plásticas / artista
Director general de la Alianza Francesa

(1) Christian BOLTANSKI : Entretiens avec Démosthènes DAVVETAS, Ed. Au même titre, 1986
(2) Edgar MORIN : La pensée écologisée, in Un nouveau commencement, Ed. du Seuil, 1991
(3) Catalogue Gina PANE, Cadran Solaire, Troyes, FRAC Pays de la Loire, 1990




Para leer Una galería para arte con reflexión de Lucía Herrera presione aquí

No hay comentarios: