1968 Y LA UTOPÍA
Jose Roberto Gereda I.
En el mundo coexistimos cinco generaciones: desde los padres de los
"baby boomers" hasta la generación que hoy está naciendo. A todos los
habitantes del planeta nos amalgaman los sucesos históricos que han
servido de río para llevarnos a nuestra actual forma de vida.
Posterior a la situación de muerte y destrucción ocurrida en la Segunda
Guerra Mundial, el mundo vivió varios de los episodios de cambios
sociales y políticos más radicales en la historia reciente,
determinantes para nuestra actual forma de vida, hechos que es preciso
identificar y que se abordan en este ensayo.
En el año 68 ocurrió la eclosión de movimientos protagonizados sobre
todo, por los hijos de quienes habían perdido o ganado la guerra. A
pesar del gran crecimiento económico que se daba entonces y de la
ausencia de una guerra directa o de gran escala, muchos jóvenes
encontraban el mundo de posguerra desconcertante e insatisfactorio La
Primavera de Praga, los movimientos juveniles -particularmente el Mayo
Francés-, asesinatos de lideres mundiales, la matanza de Tlatelolco y
otros sucesos, tuvieron especial protagonismo.
En aquel año, muchos -pero sobre todo jóvenes- se ilusionaron por la
cosa pública. Al centro de sus luchas estuvieron ideales de libertad.
justicia, igualdad, colectividad y paz, en sus acciones y propuestas
puede reconocerse el atrevimiento de evaluar, el valor de proponer y la
valentia de luchar. Al centro de toda esta osadia, estuvo el espiritu
utópico de plantear nuevos y mejores caminos.
Han pasado 50 años de aquel mitico año. Hoy, en este "aqui y ahora",
pareciera que ha desaparecido la utopia y lo que hay es un "exceso de
realidad" que nos desborda y cuyo efecto es una actitud de indife
rencia. Sin embargo, los colapsos sociales y económicos actuales nos
urgen a buscar otros caminos, otros enfoques: es vital regresar al
espiritu de la utopia y desde alli, empezar a diseñar, para luego
construir.
1968 Y LA UTOPIA, pretende revalorizar la esperanza y sueños de aquel
año, es una crónica y análisis de su contexto, de sus sucesos y de su
desembocadura. A la vez, exhorta a sensibilizarse para retomar o
formular nuevas utopías. Finalmente, pretende proponer dos proyectos que
se hacen urgentes: un mundo más justo e igualitario, y el que nos
atrevamos a vivir por y con razones más humanas y valederas.
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