Lugar: Extra galería Ruta 4, 7-56 zona 4 ciudad de Guatemala
Fecha de inauguración 6 junio 2024
Hora: 7 p.m.
Puede visitarse en días y horas hábiles
Entrada libre
Mar sobre mar
En Arcadia, Moisés Barrios proponía que ese territorio virgen e
inexplorado que alguna vez llamamos paraíso había quedado atrás. “El
paraíso está perdido, o podrido, por causa de la insistencia”, parecía
afirmar entonces el artista. En Mar sobre mar, Barrios recupera y amplía
esa idea para sugerir que hoy somos apenas el reflejo distorsionado del
buen salvaje que algún día quisimos ser. Somos personajes de ficción en
busca de una realidad que pueda ofrecernos identidad y sentido. Somos
Viernes y Robinson Crusoe fundidos y confundidos. Somos el agua, el
reflejo y el rastro de una silueta que se refleja en el agua.
En Mar sobre mar, como hicieron antes Brando y Gauguin, Barrios regresa a
su isla paradisiaca para añadirle algunas capas de complejidad a la
ensoñación y comprobar que la vida en medio de la naturaleza convive con
el desencanto, la soledad y la muerte. Esto se expresa en una paleta de
colores fríos, en una mirada distanciada y en un halo de misterio que
proviene, en buena medida, de la alternancia de imágenes encontradas.
Encontradas porque chocan entre sí y producen nuevos sentidos, oblicuos y
enigmáticos. Encontradas porque juegan con el azar y responden así a la
idea del objeto encontrado propuesta un siglo atrás por los
surrealistas.
Por otra parte, el juego de las imágenes encontradas es un signo de
identidad del trabajo pictórico de Moisés Barrios. Una marca ingeniosa e
indeleble. En un catálogo expositivo de finales de los años setenta, el
caricaturista Hugo Díaz comentaba, con una mezcla de asombro y
admiración, el carácter relacional que caracterizaba desde entonces la
obra de Moisés. “Junto a una figura humana, hay una figura animal
seguida de una planta, antes de llegar a un objeto inanimado. Todo puede
resultar interesante, misterioso o escalofriante para este artista que,
al conocer los secretos técnicos del oficio, sabe dotar de clima, de
tiempo y sabor personal a cada una de sus creaciones.”
Mar sobre mar relaciona imágenes que provienen de la fascinación de
Moisés por el Pacífico, junto con algunas otras, que han sido creadas a
partir de fotografías acumuladas desde los años setenta. Imágenes isla,
que esperaron pacientemente durante décadas para sumarse a una suerte de
montaje cinematográfico que las integra y las dota de nuevos
significados. Imágenes archipiélago, que establecen tensiones inéditas
entre las playas costarricenses de Puntarenas, Conchal y Bahía Ballena,
los músicos del Puerto San José de Guatemala, los monumentos truncados
del cementerio de Xela, las plantaciones de banano de Santa Catarina
Pinula y los cocos que esperan a los turistas en algún lugar indefinido.
Así, Moisés Barrios propone una nueva cartografía, propia, íntima y a la
vez universal. Un mapa que nos permite reubicarnos en medio de los
muchos paisajes que nos han conformado, desde aquellos que heredamos del
romanticismo decimonónico europeo hasta las visiones que fueron
diseñadas posteriormente con intereses utilitarios y derivaron en
nuestras actuales tarjetas postales.
Medio siglo después de que el escritor costarricense Isaac Felipe
Azofeifa intentara explicar nuestras identidades nacionales bajo la
expresión de la isla que somos, Moisés Barrios se refiere a las islas
que imaginamos tantas veces bajo las formas sugerentes y ambiguas del
reflejo, el cauce y la distorsión. El salto de una figura a otra no es,
de ninguna manera, menor. Por el contrario, se trata del resultado del
trabajo constante y consistente durante una larga vida artística,
paisaje sobre paisaje, isla sobre isla, mar sobre mar.
Jurgen Ureña, Dulce Nombre de Tres Ríos, Costa Rica.
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