lunes, 17 de agosto de 2020

Fredy Rangel

 

Los alcances de la medicina rebasan las distintas clases sociales de aquello que nombramos bienestar,  la niebla cubre a la humanidad de algo que no vemos, algo que no sentimos pero que puede matarnos. Lo invisible se refleja en cifras, las vidas perdidas se entierran sin nombre, personas que luchan por vivir y países que pierden la batalla, gobernantes colapsados dentro de sus propias instituciones. ¿Hacia dónde nos dirigimos ya que somos los únicos responsables de nosotros y de los otros? Por ahora no hay un mañana y la nueva normalidad de la que hablan, nunca la hubo; al día de hoy solo se hizo visible nuestra realidad y, más fuerte, nuestro apego a la vida.

Cóctel es la metáfora que existe entre  aquello que ocurre como un suceso de placer asociado al vino,  que produce al cuerpo bienestar físico y emocional teniendo en cuenta el enfoque bidireccional que hay entre el cuerpo como objeto contenedor y depurador de sustancias químicas. Mi intención es hacer una disociación entre la medicina y el cuerpo que pide el alivio de alguna afección sintomatológíca,  el reflexionar que  los doctores y la industria farmacéutica sean formas de consumo amigable.

Durante este confinamiento he podido experimentar diversos síntomas de ansiedad, estrés, depresión, falta de apetito, tristeza, frustración, entre otros. Lo que realmente me motiva de toda esta difícil situación es la sensibilidad y empatía hacia los más necesitados, el poder salir, cambiar y transformar la vida de una o dos personas, para mí eso es servir, brindarles esperanza y luz para vivir.

Fredy Enrique  Rangel Quiñonez

fredyerangelqz@gmail.com

@fredy_rangel

En portada detalle de: Cóctel, 2020, año del confinamiento y distanciamiento social. Instalación  de copas de vino, medicina vencida sobre mesa de madera con base de vidrio y luz, 54 x 55 x 34 cm 

 Otra imagen de la instalación:


 

 

 


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